En los últimos años, la industria alimentaria española ha enfrentado importantes desafíos en términos de productividad. La industria alimentaria cae un 23% desde 2017, situándose en una media anual de 55.200 euros por empleado desde 2021. La producción real del sector en 2023 alcanzó los 162.459 millones de euros, lo que representa una disminución del 2,6%. A pesar de incrementar su valor añadido, la facturación anual por empleado ha disminuido debido a la creciente presión de los costes, estableciéndose en 55.240 euros por trabajador.
Desafíos en la Productividad de la Industria Alimentaria
Según el último informe de la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab), basado en datos de Contabilidad Nacional, la facturación anual por empleado en 2023 fue de 55.240 euros, lo que significa una reducción del 23% respecto a los 71.224 euros registrados en 2017. Además, los ingresos por empleado y hora también han descendido un 17%, pasando de 37,5 a 31,3 euros. Este descenso en la productividad se debe a la presión de costes, que ha impedido a las empresas mejorar su eficiencia.
Presiones Inflacionistas y Producción Real
Las presiones inflacionistas han intensificado la desaceleración de la industria alimentaria en 2023. Aunque los alimentos y bebidas siguen siendo un sector estratégico para la economía española, se ven afectados por una situación macroeconómica inestable. La producción real del sector se redujo por primera vez en diez años, alcanzando un valor de 162.459 millones de euros, un 2,6% menos que en 2022. Este retroceso se debe a la influencia inflacionaria en los costes de la industria, junto con una debilidad en las exportaciones y la demanda interna, exacerbada por episodios de sequía prolongada en España.
Impacto en el Tejido Empresarial
Mauricio García de Quevedo, director general de Fiab, indica que la industria venía de dos años de crecimiento excepcional, impulsados por la recuperación post-pandemia y el aumento de los precios industriales. Sin embargo, la situación global ha creado un entorno tenso, confirmando en 2023 la desaceleración del sector. A pesar de la caída en la productividad y la producción, la industria alimentaria y de bebidas sigue siendo un actor clave en la economía española, representando el 2,3% del total y el 18,5% de la industria manufacturera.
El número de empresas activas en 2023 se redujo a 28.335, un 6,5% menos que el año anterior. Esta caída se ha concentrado principalmente en empresas con menos trabajadores o sin empleados, demostrando la vulnerabilidad de las pequeñas empresas frente a altos costes productivos. Sin embargo, las empresas de mayor tamaño han ganado representatividad, avanzando un 2,3% y absorbiendo parte del impacto de la inflación sobre el tejido empresarial.
Aelis: Soluciones Tecnológicas para la Digitalización de la Industria Cárnica
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La Importancia de la Digitalización en la Industria Alimentaria
La Comisión Europea ha señalado que la baja productividad es una debilidad endémica de la economía española, situándola a la cola de los países europeos. La productividad en sectores como la agricultura, silvicultura, pesca y construcción está experimentando un retroceso, lo que limita el rendimiento de la productividad agregada. Sin embargo, sectores como el comercio mayorista y minorista, así como los servicios científicos, muestran un buen comportamiento en términos de productividad.
Aelis y el Futuro de la Industria Cárnica
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La industria alimentaria española enfrenta importantes desafíos en términos de productividad y eficiencia. Sin embargo, con el respaldo de soluciones tecnológicas innovadoras como las de Aelis, las empresas del sector pueden mejorar sus procesos, reducir costos y aumentar su competitividad. La digitalización es clave para la transformación del sector, y Aelis se posiciona como un aliado estratégico en esta transición hacia un futuro más eficiente y productivo.
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La industria alimentaria cae un 23% desde 2017
